Al menos 68 muertos en Venezuela al incendiarse unos calabozos de la policía
Diario El País, España
Por Alonso Moleiro
Efectivos de los bomberos y la policía trabajaron afanosamente para abrir boquetes en las paredes que aliviaran la concentración de humo y que permitieran salir de forma supervisada a los presos. Los supervivientes, asfixiados, convalecientes o a punto de desmayarse, fueron ubicados en los patios interiores bajo vigilancia. La mayoría de las víctimas, de acuerdo con los reportes, han muerto por asfixia, pero hay personas carbonizadas, muertes por quemaduras y un número indeterminado de heridos.
Por Alonso Moleiro
Al menos 68 muertos, dos de ellos mujeres, es el
saldo oficial del incendio que tuvo lugar tras un motín carcelario en los
calabozos de la
Policía Regional del Estado de Carabobo, en la ciudad de
Valencia, a dos horas de Caracas, en la región central del país. En un ambiente
de confusión, con muchos familiares de víctimas y presos reclamando información
sobre sus seres queridos, diputados y periodistas sostuvieron hasta última hora
de este martes, día en el cual se consumó la tragedia, que el saldo total de
víctimas era de 78 personas, incluyendo 10 mujeres.
Este grave suceso coloca un añadido al tormentoso
historial carcelario venezolano, que ya ha conocido varios episodios de muertes
masivas en riñas y motines por las condiciones inadecuadas de reclusión. Ante
la tardanza del Gobierno en reaccionar, la diputada Delsa Solórzano, del
partido opositor Un Nuevo Tiempo, prometió que la Asamblea Nacional ,
que domina la oposición, abriría de manera urgente una investigación exhaustiva
"para dar con la verdad de lo que está ocurriendo en las cárceles
venezolanas". Tanto ella como Juan Miguel Matheus, del partido Primero
Justicia, afirman que los muertos pasan de 70. "Hay cadáveres que no han
podido ser identificados porque sus cuerpos quedaron totalmente calcinados",
aseguró.
Después de un prolongado silencio, el fiscal
general, Tarek William Saab, ha reconocido finalmente la existencia
"preliminar" de 68 personas muertas, dos de ellas mujeres, que
visitaban a reclusos, y ha nombrado a cuatro fiscales, tres regionales y uno
nacional, para investigar lo sucedido. Saab se ha comprometido a establecer
inmediatamente las responsabilidades.
Observadores vinculados al tema carcelario
coinciden en señalar que este es uno de los accidentes más graves de la
historia penal del país. El segundo, después del incendio registrado en la
cárcel de Sabaneta, en el Estado de Zulia, hace más de 20 años, donde murieron
108 personas. Los motines y tragedias carcelarias son recurrentes en Venezuela,
incluso antes de la llegada de Chávez, y sus cárceles de las más hacinadas y
violentas de América Latina.
Durante el Gobierno de Chávez la situación se fue
agravando hasta el punto de que muchos centros penitenciarios pasaron a ser
controlados completamente por los propios presos. El régimen de Maduro ha hecho
reiteradas promesas para atajar el problema de raíz y creó el Ministerio de
Asuntos Penitenciarios hace 8 años. Esta institución ha realizado un intenso
trabajo político sobre las prisiones, pero poco en materia de nuevos recintos,
control de mafias internas y hacinamiento.
Carlos Nieto Palma, de la ONG Una Ventana para la Libertad , culpó al
Gobierno por lo sucedido "Queremos responsabilizar de manera directa a la
ministra Varela y al Ministerio de Servicio Penitenciario. Esta es una
situación que hemos venido denunciando desde hace varios años".
El calabozo de PoliCarabobo, como todos los centros
carcelarios del país, presentaba altos niveles de hacinamiento. El motín se
produjo durante el día de las visitas conyugales. Según las fuentes, los reos
atraparon a uno de los soldados de la vigilancia e intentaron tomarlo como
rehén, hiriéndolo con una navaja. Uno de los cabecillas de la rebelión hizo
unas exigencias a las autoridades como condición para liberarlo, amenazando a
la custodia con una granada. Como no respondían a sus exigencias, los reos
comenzaron a quemar colchones para agravar la protesta. Esta circunstancia
desencadenó la tragedia.
El desarrollo del incendio comenzó a desesperar a
los familiares de los presos, presentes en la hora de visita, y se produjo un
enorme desorden en la sede de la policía del Estado Carabobo. Los cuerpos
policiales lanzaron gas pimienta a la turba alterada para dispersarla,
integrada en su gran mayoría por mujeres que asistían al día de visitas.
Efectivos de los bomberos y la policía trabajaron afanosamente para abrir boquetes en las paredes que aliviaran la concentración de humo y que permitieran salir de forma supervisada a los presos. Los supervivientes, asfixiados, convalecientes o a punto de desmayarse, fueron ubicados en los patios interiores bajo vigilancia. La mayoría de las víctimas, de acuerdo con los reportes, han muerto por asfixia, pero hay personas carbonizadas, muertes por quemaduras y un número indeterminado de heridos.
Portavoces de la oposición y dirigentes de ONG han
señalado directamente a Iris Varela, ministra de Asuntos Penitenciarios, y uno
de los cuadros más radicales del chavismo, como responsable política de la
tragedia. Nieto Palma indicó que hace ya siete años, cuando el Ministerio de
Asuntos Penitenciarios fue creado, la ministra Varela ofreció construir un
recinto penitenciario en cada Estado del país exclusivamente para albergar a
personas procesadas en centros de detención preventiva, como esta de
PoliCarabobo, y no había construido ninguno.
Comentarios