Muriendo en primera persona
El 24 de julio, Oliver Sacks, escritor, neurólogo y uno de los
pensadores más interesantes de nuestro tiempo, escribió un nuevo
artículo sobre su morir, en la página de Opinión del diario The New
York Times. En febrero, él había anunciado que tenía cáncer de hígado,
sin posibilidad de curación, en un bellísimo texto sobre la vida, que
se tradujo y se publicó en el mundo entero. Ahora, a los 82 años,
Sacks comienza a sentir náuseas y debilidad por la enfermedad, pero no
menos encanto y curiosidad por la existencia. Sigue esperando con
alegría la llegada de las revistas científicas, ansioso por los
descubrimientos sobre un universo que le fascina. Semanas atrás, él
estaba en el campo, lejos de las luces de la ciudad, cuando se deparó
con la totalidad monumental del cielo "salpicado de estrellas". Sacos
concluyó: "Ese esplendor celestial de inmediato me hizo darme cuenta
de cuán cortos eran el tiempo y la vida que me quedaban. Mi percepción
de la belleza del c