El bloqueo de la negociación conduce a EE UU a la quiebra
A medida que se acerca la fecha fatídica en la que el Gobierno de Estados Unidos puede declararse en suspensión de pagos, crece extraordinariamente la tensión política, aparecen las divisiones dentro de los partidos y aumenta el pesimismo sobre la solución de una crisis que puede marcar el rumbo de este país por varios años y mantiene en vilo a la economía internacional. Todos los esfuerzos por evitar un escenario catastrófico han resultado hasta hoy infructuosos. El peligro de que EE UU no pueda hacer frente a sus pagos a partir del dos de agosto es en estos momentos absolutamente cierto. Asuntos cruciales para EE UU y el mundo, desde el valor de los bonos del Tesoro hasta la fortaleza del dólar -sin mencionar lo más esencial: la credibilidad de la mayor potencia económica-, penden actualmente de una negociación política que está en manos de un grupo de radicales republicanos dispuestos a hacer de esta batalla la razón misma de su existencia. En esas condiciones, las múltiples