Ropa conectada: activa la música del smartphone con el botón de la chaqueta



Ivan Poupyrev

 

Director Proyecto Jacquard, Google ATAP

 

La industria textil, modesta, milenaria, aparentemente simple, está ligada a muchos de los logros del ser humano. Fue, así lo apuntan los historiadores, motor indispensable en la Primera Revolución Industrial durante la segunda mitad del siglo XVIII gracias al impulso de la máquina de vapor. Y fue también -en su versión exótica y humilde- el arma pacífica con la que Gandhi se enfrentó a todo un imperio. Conquistas tecnológicas y conquistas sociales. Parecía, sin embargo, que en este tiempo de lo digital y la nanoelectrónica, de la robótica y la realidad virtual, la ropa no tendría un papel importante que jugar, desplazada por los dispositivos con los que cargamos a diario.

 

Nada más lejos de la realidad. La ropa es tal vez el único elemento del que jamás prescindimos. Y por ello precisamente puede convertirse en una excelente portadora de tecnología. La idea de convertir una chaqueta en un sofisticado dispositivo que nos permita controlar y relacionaros de forma inteligente con otros aparatos se le ocurrió a Ivan Poupyrev de la forma más peregrina (que es como suelen surgir las grandes ideas). Fue después de ver a Lady Gaga embutida en uno de sus diseños imposibles, concretamente en el vestido que lució en la gala de los Premios iTunes 2013 en Londres. Aquella prenda incluía una impresora 3D que le permitía lanzar burbujas mientras caminaba, pero era tan engorrosa que la cantante necesitó la ayuda de dos personas para vestirse. Poupyrev, que no era experto en moda, no entró a juzgar los valores estéticos de aquel estilismo, sino sus pocas prestaciones e insufrible incomodidad. Era poco más que un disfraz de feria… pero ahí se encontraba el germen de algo mucho más interesante.

 

Cuando Poupyrev entró a formar parte de Google, encontró la oportunidad de llevar a la práctica el proyecto. Conseguir ropa inteligente no era nada nuevo: hacerlo a escala industrial, sí. Porque lo que el científico pretendía -y ha logrado- era fabricar un hilo conductor que pudiera adaptarse a la maquinaria y los procesos que usa actualmente la industria textil. "Cada vez que colocas tu teléfono en el bolsillo de tu chaqueta, la conviertes en una chaqueta inteligente", aseguró en una entrevista para Wired, "el único problema es que el teléfono y la chaqueta no se hablan entre ellos. No tienen conexión. Con este trabajo podemos cerrar el circuito". Poupyrev, que dirige el proyecto Jacquard en Google, sueña con un mundo en el que nuestros cojines, cortinas, pantalones o sábanas estén conectados al resto de nuestros dispositivos gracias a sus hilos mágicos.

 

Una magia tal vez aprendida en Disney, donde Poupyrev desarrolló técnicas para convertir cualquier superficie -desde el agua a flores- en un dispositivo táctil. Ahora quiere implementar esta misma idea en la ropa. Y hacerlo a nivel industrial, para lo que ha estudiado la fabricación de los tejidos hasta conseguir que sus hilos sean igual de resistentes que los que utilizamos ahora a los agresivos procesos de fabricación y diseño. Muy pronto, imagina Poupyrev, podremos programar el despertador rozando la almohada, subir el volumen del televisor acariciando el sofá, o activar el GPS tocando un botón de nuestra chaqueta.

 

Edición: Diego Carabelli

Texto: José L. Álvarez Cedena


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