Imputan a Cristina Kirchner por denuncia de Alberto Nisman
LA NACIÓN/ ARGENTINA
13 DE FEBRERO 2015
La presidenta Cristina Kirchner quedó hoy formalmente imputada por el
supuesto encubrimiento de iraníes en la investigación sobre el
atentado a la AMIA. La jefa de Estado había sido denunciada en la
Justicia por el fiscal Alberto Nisman cuatro días antes de que fuera
hallado muerto.
La imputación de la Presidenta se conoció este mediodía por decisión
del fiscal Gerardo Pollicita, quien analizó la presentación de Nisman,
de casi 300 páginas. El funcionario judicial, titular de la Fiscalía
Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°11, firmó un
requerimiento para que se tomen varias decenas de medidas de prueba.
El dictamen quedó en el juzgado federal N° 3, Daniel Rafecas.
En la causa también quedaron implicados el canciller, Héctor Timerman,
el diputado Andrés Larroque, el dirigente Luis D'Elía y el líder de
Quebracho, Fernando Esteche. Todos ellos, según Nisman, siguieron un
plan operado por Cristina Kirchner para encubrir a un grupo de iraníes
y desviar la investigación por la voladura de la mutual judía.
El miércoles 14 de enero, Nisman, quien era el titular de la Unidad
Fiscal AMIA, presentó su denuncia por "la existencia de un plan
delictivo destinado a dotar de impunidad a los imputados de
nacionalidad iraní acusados en dicha causa [AMIA], para que eludan la
investigación y se sustraigan de la acción de la justicia argentina,
con competencia en el caso".
"La decisión deliberada de encubrir a los imputados de origen iraní
(...) fue tomada por la cabeza del Poder Ejecutivo Nacional, la Dra.
Cristina Elisabeth Fernández de Kirchner e instrumentada
principalmente por el ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la
Nación, Sr. Héctor Marcos Timerman", había escrito Nisman.
"Imputar a la Presidenta sería una maniobra de desestabilización
democrática", dijo hoy Aníbal Fernández
Cuatro días después, horas antes de presentarse en el Congreso
Nacional para dar detalles de la denuncia, Nisman fue encontrado
muerto en su departamento con un balazo en la cabeza.
Sabiendo las consecuencias que tendría la imputación de Cristina
Kirchner, desde el Gobierno salieron a defender su gestión. "Sería una
maniobra de desestabilización democrática", afirmó esta mañana el
secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández. Y consideró
que la imputación "no tiene ningún valor, ni importancia" en términos
judiciales, pero que provocaría "estrépito" en la sociedad.
La denuncia de Nisman
La operación que develó Nisman consistía en que la Presidenta hablaba
con un agente de la ex SIDE de su confianza o con "el Cuervo" Larroque
y que éstos ponían en conocimiento de D'Elía o Esteche esas órdenes. Y
D'Elía las comunicaba al supuesto agente iraní Alejandro Yussuf
Khalil, que llamaba por teléfono a Irán a Mohsen Rabbani, uno de los
prófugos del ataque.
Nisman escribió que Cristina negoció levantar las acusaciones contra
Teherán para poder comprarle petróleo barato a cambio de granos y para
eso acordó montar una pista falsa en la que se acusara a grupos
"fachos locales", de modo de fabricar la inocencia de Irán. Incluso se
habló de que Irán comprara armas. En la denuncia, se señala que "la
confabulación criminal fue decidida por Cristina Kirchner y puesta en
funcionamiento por Timerman".
El fiscal sostuvo que se buscó un acuerdo comercial antes de la firma
del memorándum con Irán, supeditado a que se levantaran los pedidos de
captura internacional contra el ex ministro de Inteligencia Ali
Fallahijan; el ex jefe de la Guardia Revolucionaria Mohsen Rezai; el
ex jefe de la fuerza Al Quds y ex ministro de Defensa Ahmad Vahidi; el
ex agregado cultural de la embajada iraní en la Argentina Mohsen
Rabbani y el ex tercer secretario de la embajada Ahmad Reza Asghari.
"El plan criminal se activó en enero de 2011, cuando Timerman viajó a
la ciudad siria de Aleppo y secretamente se reunió con su par iraní,
Ali Akbar Salehi, a quien le hizo saber que las autoridades argentinas
estaban dispuestas a renunciar a la investigación del caso AMIA y a
cualquier reclamo de cooperación y justicia, con tal de provocar un
acercamiento y restablecer plenas relaciones comerciales entre ambos
Estados."
El acuerdo se plasmó en el memorándum, pero se interrumpió ante la
negativa de dar de baja las circulares rojas. Decayó entonces el
interés de Irán en el pacto.
13 DE FEBRERO 2015
La presidenta Cristina Kirchner quedó hoy formalmente imputada por el
supuesto encubrimiento de iraníes en la investigación sobre el
atentado a la AMIA. La jefa de Estado había sido denunciada en la
Justicia por el fiscal Alberto Nisman cuatro días antes de que fuera
hallado muerto.
La imputación de la Presidenta se conoció este mediodía por decisión
del fiscal Gerardo Pollicita, quien analizó la presentación de Nisman,
de casi 300 páginas. El funcionario judicial, titular de la Fiscalía
Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°11, firmó un
requerimiento para que se tomen varias decenas de medidas de prueba.
El dictamen quedó en el juzgado federal N° 3, Daniel Rafecas.
En la causa también quedaron implicados el canciller, Héctor Timerman,
el diputado Andrés Larroque, el dirigente Luis D'Elía y el líder de
Quebracho, Fernando Esteche. Todos ellos, según Nisman, siguieron un
plan operado por Cristina Kirchner para encubrir a un grupo de iraníes
y desviar la investigación por la voladura de la mutual judía.
El miércoles 14 de enero, Nisman, quien era el titular de la Unidad
Fiscal AMIA, presentó su denuncia por "la existencia de un plan
delictivo destinado a dotar de impunidad a los imputados de
nacionalidad iraní acusados en dicha causa [AMIA], para que eludan la
investigación y se sustraigan de la acción de la justicia argentina,
con competencia en el caso".
"La decisión deliberada de encubrir a los imputados de origen iraní
(...) fue tomada por la cabeza del Poder Ejecutivo Nacional, la Dra.
Cristina Elisabeth Fernández de Kirchner e instrumentada
principalmente por el ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la
Nación, Sr. Héctor Marcos Timerman", había escrito Nisman.
"Imputar a la Presidenta sería una maniobra de desestabilización
democrática", dijo hoy Aníbal Fernández
Cuatro días después, horas antes de presentarse en el Congreso
Nacional para dar detalles de la denuncia, Nisman fue encontrado
muerto en su departamento con un balazo en la cabeza.
Sabiendo las consecuencias que tendría la imputación de Cristina
Kirchner, desde el Gobierno salieron a defender su gestión. "Sería una
maniobra de desestabilización democrática", afirmó esta mañana el
secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández. Y consideró
que la imputación "no tiene ningún valor, ni importancia" en términos
judiciales, pero que provocaría "estrépito" en la sociedad.
La denuncia de Nisman
La operación que develó Nisman consistía en que la Presidenta hablaba
con un agente de la ex SIDE de su confianza o con "el Cuervo" Larroque
y que éstos ponían en conocimiento de D'Elía o Esteche esas órdenes. Y
D'Elía las comunicaba al supuesto agente iraní Alejandro Yussuf
Khalil, que llamaba por teléfono a Irán a Mohsen Rabbani, uno de los
prófugos del ataque.
Nisman escribió que Cristina negoció levantar las acusaciones contra
Teherán para poder comprarle petróleo barato a cambio de granos y para
eso acordó montar una pista falsa en la que se acusara a grupos
"fachos locales", de modo de fabricar la inocencia de Irán. Incluso se
habló de que Irán comprara armas. En la denuncia, se señala que "la
confabulación criminal fue decidida por Cristina Kirchner y puesta en
funcionamiento por Timerman".
El fiscal sostuvo que se buscó un acuerdo comercial antes de la firma
del memorándum con Irán, supeditado a que se levantaran los pedidos de
captura internacional contra el ex ministro de Inteligencia Ali
Fallahijan; el ex jefe de la Guardia Revolucionaria Mohsen Rezai; el
ex jefe de la fuerza Al Quds y ex ministro de Defensa Ahmad Vahidi; el
ex agregado cultural de la embajada iraní en la Argentina Mohsen
Rabbani y el ex tercer secretario de la embajada Ahmad Reza Asghari.
"El plan criminal se activó en enero de 2011, cuando Timerman viajó a
la ciudad siria de Aleppo y secretamente se reunió con su par iraní,
Ali Akbar Salehi, a quien le hizo saber que las autoridades argentinas
estaban dispuestas a renunciar a la investigación del caso AMIA y a
cualquier reclamo de cooperación y justicia, con tal de provocar un
acercamiento y restablecer plenas relaciones comerciales entre ambos
Estados."
El acuerdo se plasmó en el memorándum, pero se interrumpió ante la
negativa de dar de baja las circulares rojas. Decayó entonces el
interés de Irán en el pacto.
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