Escribir para todos
Por Markus Steen
Internet
ha derribado las fronteras geográficas que podían existir en la comunicación
pública. Ahora, desde el momento en que se escribe algo en la red, las palabras
cobran una dimensión global. Existen más de 150 millones de lectores
potenciales que leen contenidos en español.
El
éxito de la escritura en Internet radica en la forma y la calidad del contenido
que se quiere trasladar a la audiencia. Periodistas, blogueros o tuiteros
hispanohablantes utilizan el español como lengua de referencia en sus
respectivos medios, pero cada uno de ellos lo usa con un estilo diferente.
Al
canal elegido y al receptor final de los escritos hay que añadir el lugar desde
el que se escribe. No es lo mismo leer un texto escrito en el español de
Argentina que en el de España, una palabra puede tener distintos significados o
connotaciones en Buenos Aires y en Madrid.
Una
realidad no se denomina con la misma palabra en todas partes o, al menos, no
siempre. El español es un idioma global y cada una de sus realizaciones y
actualizaciones está repleta de localismos, que a veces dificultan la
compresión del artículo que se está leyendo.
Ante
esta situación, cobra una especial importancia en Internet la figura del
profesional de la información, debido, sin duda, a su influencia social. El
periodista tiene la tarea ejemplar de usar un español que se pueda entender a
un lado y a otro del Atlántico. Con este fin, en el seminario «El español en
los medios de comunicación de los Estados Unidos» en San Millán de la Cogolla (La Rioja , España) se puso la
primera piedra para crear un documento sobre el buen uso del español en los
medios hispanos de Estados Unidos.
Además
de hacer un buen uso de las palabras, los nuevos medios tienen la
responsabilidad de ofrecer una imagen representativa de la sociedad. Escribir
para todos requiere abarcar el espectro social y político de un país para que
todos los lectores puedan identificarse con los temas finalmente seleccionados.
Sirva
como ejemplo de este propósito el periódico gratuito editado en España 20
Minutos. Su director, Arsenio Escolar, declaró en una entrada de su blog
titulada «Cómo y por qué hacemos la portada de 20 minutos» que «siempre hemos
de preguntarnos si los campos de interés de todos los miembros de la familia
están representados en nuestra portada».
Esta
obligación con los lectores tiene una importancia mayor en la red. Estar en Internet
implica ser evaluado continuamente por los lectores a través de las redes
sociales o de otros sistemas de participación como los comentarios en las
noticias, los foros o el correo electrónico. Ellos tienen la opción de
interactuar con los responsables de una información para decirles si les ha
parecido adecuado, o no, el tratamiento de una noticia determinada.
En
este sentido cobra una relevancia especial el tratamiento de la información que
tiene como protagonistas a grupos minoritarios. En Internet puede encontrarse
desde un buen blog sobre comida tailandesa a comunidades enteras dedicadas al
embarazo de la mujer. Como señala el profesor Ramón Salaverría, «existe un
cambio de los medios de masas a las masas de medios» y la escritura en Internet
tiene la responsabilidad de reflejar este cambio de paradigma.
Escribir
para todos también es crear contenidos accesibles independientemente de las
capacidades físicas, intelectuales o técnicas de la audiencia. La evolución de
la tecnología permite ahora que los lectores accedan a Internet desde soportes
móviles como tabletas y móviles inteligentes. Cada uno de estos dispositivos
requiere una presentación accesible de los contenidos para que la experiencia
de usuario se produzca en igualdad de condiciones. Por ejemplo, una Web que no
tenga una versión para móviles estará dejando de lado a un sector de audiencia
cada vez más relevante. Esa audiencia global, no es uniforme: la conexión a Internet
no es igual de rápida en todo el mundo, muchos usuarios disponen de
dispositivos antiguos sin capacidad de actualizarse con el último software del
mercado, o simplemente sin el poder adquisitivo suficiente para hacerlo.
En
el concepto de accesibilidad también hay que contemplar cuestiones como el
tamaño del texto o la opción de añadir subtítulos en los contenidos multimedia.
Si la página no ofrece la posibilidad de aumentar el tamaño del texto de un
artículo se estará discriminando a los lectores con problemas de vista. Otros
elementos que mejoran la accesibilidad de una Web son, por ejemplo, el atributo
Alt. de las imágenes con el que se añade información sobre las mismas o la utilización
de una ortografía adecuada para ayudar a las pantallas braille a codificar el
texto en sus caracteres.
SOBRE EL AUTOR/A
Markus
Steen es periodista y ha trabajado en la
Web de noticias lainformacion.com y en el blog especializado
en periodismo y medios de comunicación 233grados.com. Puedes encontrarlo en
Twitter.
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