El director mexicano Gabriel Retes fue invitado a Mérida como jurado
FESTIVAL
"El cine es la memoria de un pueblo"
El realizador de 19 filmes ensalza el acto de sentarse ante una pantalla "sin que distraigan las letritas"
ALEXIS CORREIA
alexiscorreia@gmail.com MÉRIDA/El Nacional
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Con la tecnología actual todo el mundo puede hacer películas, pero una historia ni se compra ni se vende, depende de un individuo y una pasión, dice el director
De regreso en Venezuela, se enteró atónito de que el actor que lo mató en la ficción de Amaneció de golpe (1998), Yanis Chimaras, fue asesinado en la vida real. Bromeó con Miguelángel Landa: "Tú eres famoso, yo sólo conocido". Reveló que una película suya sobre el deporte del surf que espera en una larga cola por una cuota de pantalla en México, Buscando la ola, es protagonizada por un venezolano, Alexander Da Silva, que está en el reparto de la telenovela Válgame Dios.
Defiende la legalización de las drogas como única solución al desangramiento de su país ("no será la panacea, pero le quitará una gran fuente de ingresos al crimen organizado") y es entusiasta ante el movimiento mexicano estudiantil Soy 132: "Las sociedades actuales no se pueden ver con los ojos del siglo pasado, cuando no había Internet ni cámaras en todas partes".
Su esposa, Lourdes Elizarrarás, cuenta que en México hay fondos de financiamiento del Estado separados para películas que han sido catalogadas por un burócrata como "comerciales" o "de autor". Pero Gabriel Retes (Ciudad de México, 1947), también hombre de teatro y actor, es un cineasta inclasificable. Con su chivita y su anatomía enclenque de profeta bíblico, tiene mucho de Emiliano, el loco que decía las verdades en Amaneció de golpe. Sin dejar de hacer un cine totalmente personal, se siente cómplice de la sensibilidad popular. Uno de sus filmes de culto, El bulto (1992), fue comprado por "el enemigo", como él se refiere a Hollywood: Steven Spielberg adquirió los derechos para hacer una versión, y aunque nunca la realizó, el estudio Lionsgate mantiene conversaciones para concretar el remake.
El duro de matar
Retes está en Venezuela como miembro del grupo de expertos que el próximo jueves elegirá al filme ganador del VIII Festival del Cine Venezolano de Mérida: "En un momento de mi vida me dije que más nunca sería miembro de un jurado, pues se me hace muy difícil comparar a una película de 50 millones de dólares con otra que se hizo con 500.000, pero Karina Gómez Franco (presidenta de Fundearc, fundación organizadora de la cita merideña) me dijo: `Sólo vas a ver cine venezolano’, por lo que creo que es una oportunidad invalorable de sentarnos ante una pantalla sin que nos distraigan las letritas (subtítulos)".
"En México hay una industria cinematográfica establecida, pero tenemos un enemigo: los gringos. No hay pantallas para las películas que hacemos", denunció Retes. "El cine es la memoria de los pueblos, hay que hacerlo, se vea o no se vea", agregó. Además de Buscando la ola, que filmó en pleno campeonato mundial de surf en Costa Rica, país donde está residenciado el cineasta ("más de 250.000 espectadores hicieron de extras sin darse cuenta", contó), otra cinta suya reciente, Mujeres en el acto, también espera desde hace meses por una fecha de estreno: "Un pillo, Carlos Salinas de Gortari, que fue presidente de México pero no mi presidente, incluyó la cultura en el Tratado de Libre Comercio. Antes teníamos asegurada una cuota de 50% para el cine mexicano, y ahora, aunque estrenamos más de 60 filmes al año, esa cuota no pasa de 7%".
A Retes lo bautizaron el "duro de matar" cuando filmó Amaneció de golpe, debido a las postergaciones (climáticas y de falta de fondos) que sufrió la escena de su muerte.
Aunque actuó en una película sobre el intento de golpe de Estado del 4-F, es cauto para comentar el caso venezolano: "Hay que ver y dejar ver. Los procesos históricos necesitan tiempo. No creo en la derecha o la izquierda, sino en los buenos y los malos. Hay que ponerse de uno de los dos lados.
En México tenemos al hombre más rico del mundo y a 20 millones en extrema pobreza. Si no te importan un carajo esos 20 millones, ya sabemos de qué lado estás".
Cambio de sede
Los organizadores del festival anunciaron ayer, a través de un comunicado, que debido a los disturbios registrados en la ciudad de Mérida decidieron mudar la programación del Teatro César Rengifo al hotel Venetur.
"El cine es la memoria de un pueblo"
El realizador de 19 filmes ensalza el acto de sentarse ante una pantalla "sin que distraigan las letritas"
ALEXIS CORREIA
alexiscorreia@gmail.com MÉRIDA/El Nacional
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Con la tecnología actual todo el mundo puede hacer películas, pero una historia ni se compra ni se vende, depende de un individuo y una pasión, dice el director
De regreso en Venezuela, se enteró atónito de que el actor que lo mató en la ficción de Amaneció de golpe (1998), Yanis Chimaras, fue asesinado en la vida real. Bromeó con Miguelángel Landa: "Tú eres famoso, yo sólo conocido". Reveló que una película suya sobre el deporte del surf que espera en una larga cola por una cuota de pantalla en México, Buscando la ola, es protagonizada por un venezolano, Alexander Da Silva, que está en el reparto de la telenovela Válgame Dios.
Defiende la legalización de las drogas como única solución al desangramiento de su país ("no será la panacea, pero le quitará una gran fuente de ingresos al crimen organizado") y es entusiasta ante el movimiento mexicano estudiantil Soy 132: "Las sociedades actuales no se pueden ver con los ojos del siglo pasado, cuando no había Internet ni cámaras en todas partes".
Su esposa, Lourdes Elizarrarás, cuenta que en México hay fondos de financiamiento del Estado separados para películas que han sido catalogadas por un burócrata como "comerciales" o "de autor". Pero Gabriel Retes (Ciudad de México, 1947), también hombre de teatro y actor, es un cineasta inclasificable. Con su chivita y su anatomía enclenque de profeta bíblico, tiene mucho de Emiliano, el loco que decía las verdades en Amaneció de golpe. Sin dejar de hacer un cine totalmente personal, se siente cómplice de la sensibilidad popular. Uno de sus filmes de culto, El bulto (1992), fue comprado por "el enemigo", como él se refiere a Hollywood: Steven Spielberg adquirió los derechos para hacer una versión, y aunque nunca la realizó, el estudio Lionsgate mantiene conversaciones para concretar el remake.
El duro de matar
Retes está en Venezuela como miembro del grupo de expertos que el próximo jueves elegirá al filme ganador del VIII Festival del Cine Venezolano de Mérida: "En un momento de mi vida me dije que más nunca sería miembro de un jurado, pues se me hace muy difícil comparar a una película de 50 millones de dólares con otra que se hizo con 500.000, pero Karina Gómez Franco (presidenta de Fundearc, fundación organizadora de la cita merideña) me dijo: `Sólo vas a ver cine venezolano’, por lo que creo que es una oportunidad invalorable de sentarnos ante una pantalla sin que nos distraigan las letritas (subtítulos)".
"En México hay una industria cinematográfica establecida, pero tenemos un enemigo: los gringos. No hay pantallas para las películas que hacemos", denunció Retes. "El cine es la memoria de los pueblos, hay que hacerlo, se vea o no se vea", agregó. Además de Buscando la ola, que filmó en pleno campeonato mundial de surf en Costa Rica, país donde está residenciado el cineasta ("más de 250.000 espectadores hicieron de extras sin darse cuenta", contó), otra cinta suya reciente, Mujeres en el acto, también espera desde hace meses por una fecha de estreno: "Un pillo, Carlos Salinas de Gortari, que fue presidente de México pero no mi presidente, incluyó la cultura en el Tratado de Libre Comercio. Antes teníamos asegurada una cuota de 50% para el cine mexicano, y ahora, aunque estrenamos más de 60 filmes al año, esa cuota no pasa de 7%".
A Retes lo bautizaron el "duro de matar" cuando filmó Amaneció de golpe, debido a las postergaciones (climáticas y de falta de fondos) que sufrió la escena de su muerte.
Aunque actuó en una película sobre el intento de golpe de Estado del 4-F, es cauto para comentar el caso venezolano: "Hay que ver y dejar ver. Los procesos históricos necesitan tiempo. No creo en la derecha o la izquierda, sino en los buenos y los malos. Hay que ponerse de uno de los dos lados.
En México tenemos al hombre más rico del mundo y a 20 millones en extrema pobreza. Si no te importan un carajo esos 20 millones, ya sabemos de qué lado estás".
Cambio de sede
Los organizadores del festival anunciaron ayer, a través de un comunicado, que debido a los disturbios registrados en la ciudad de Mérida decidieron mudar la programación del Teatro César Rengifo al hotel Venetur.
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