Las nuevas tecnologías impulsan la libertad de prensa en el mundo
Por primera vez en ocho años, la libertad de prensa no ha sufrido un deterioro generalizado internacional, según un estudio publicado este jueves por la organización Freedom House. Las revueltas en el norte de África, que acabaron con las dictaduras de varios países, y el apoyo de los ciudadanos en las nuevas tecnologías para reivindicar nuevos derechos han conseguido invertir la tendencia negativa con la que arrancó el siglo XXI.
"A pesar de que las tendencias en estos países no fueron positivas de manera uniforme y tuvieron importantes reveses para la democracia futura en Egipto o Libia, la magnitud de las mejoras —especialmente en Túnez y Libia— representa una ruptura drástica en una región con una larga historia de control mediático por parte de líderes autócratas" dice el informe, presentado este jueves en Washington.
"El avance de la tecnología, los teléfonos móviles y las redes sociales pueden hacernos creer que hemos alcanzado una realidad globalizada, pero desafortunadamente este sueño solo se ha hecho realidad en algunas partes del mundo", afirmó Guido Westerwelle, ministro de asuntos exteriores de Alemania, en una muestra de su compromiso con la defensa de la libertad de expresión.
El mandatario identificó además la tecnología y las nuevas formas de periodismo como elementos imprescindibles del cambio en la región. "Sin Al Yazira, Twitter, You Tube o Facebook y sin el trabajo de todos los activistas sería imposible saber qué ocurrió durante las revueltas. Nadie sabe qué traerán los cambios en el norte de África, pero gracias a los activistas en todos esos países, la comunidad internacional puede aspirar a tener sociedades más libres".
El silencio de los periodistas mexicanos es también el silencio de toda la sociedad”
Sin embargo, todas las ganancias logradas en el norte de África podrían haber quedado descompensadas por los movimientos en contra de la libertad de prensa en Europa del Este, Asia y Latinoamérica. Según Freedom House, otro de los países que viven una mayor amenaza a la libertad de prensa es México, donde los periodistas sufren desafíos similares a los de Egipto. La nación centroamericana ha sido calificada, por segundo año consecutivo, como carente de libertad de prensa por la violencia que asola el país.
“Los periodistas están en peligro porque cubren la violencia del narcotráfico y porque además son uno de los objetivos de los carteles”, explicó Margarita Torres, investigadora de la Universidad de la Ciudad de México. “Y el silencio de los periodistas mexicanos es también el silencio de toda la sociedad”.
Según Torres, una de las mayores dificultades a las que se enfrentan los periodistas mexicanos es la falta de claridad sobre quién es el verdadero enemigo del periodismo. “No lo sabemos. A veces es el crimen organizado, otras veces son las autoridades locales”, alegó.
El informe anual de Freedom House también identificó importantes restricciones al trabajo de los periodistas en Cuba, ”con uno de los entornos más represivos del mundo”, y Venezuela, “donde el Gobierno de Chávez mantiene sus esfuerzos para controlar a la prensa”. Los expertos también encontraron motivos de preocupación en Estados Unidos, en el puesto 22 del listado mundial de libertad de prensa, y donde varios gobiernos estatales han eliminado las conocidas como “leyes escudo”, normativas que impiden inculpar a un periodista por no revelar la identidad de sus fuentes.
Freedom House identificó en 2011 un total de 66 países —de los 197 estudiados— en los que existe libertad de prensa, otros 72 cuentan con libertad “parcial” y 59 carecen de prensa libre. Sin embargo, el balance a nivel mundial es aún más negativo: apenas un 14,5% de la población global disfruta de libertad de prensa. Este dato sufre los efectos de la censura en China e India, clasificados como países "no libre" y "parcialmente libre" respectivamente, y donde reside un tercio de la población mundial. La libertad de prensa en el mundo sigue liderada por Finlandia, Noruega y Suecia, mientras que España está situada en el puesto 43 junto a Francia y Mali.
“Las nuevas formas de periodismo han llegado a ser increíblemente importantes con miles de activistas utilizando los medios de comunicación para crear un entorno más libre”, afirmó Courtney Radsch, responsable de la campaña de la organización por la libertad de prensa. Según la experta, Freedom House ha incluido por primera vez el factor de las redes sociales y las nuevas tecnologías en su estudio.
En países como Egipto, Libia o Túnez, protagonistas de la Primavera Árabe, la falta de un marco legal que legitime las nuevas libertades y de colaboración por parte de las autoridades podría poner en peligro los avances de los últimos meses, según explicó la activista egipcia Nancy Okail, directora regional de Freedom House.
“En Egipto la ley reconoce la libertad de expresión, pero otras disposiciones criminalizan cualquier crítica contra el Gobierno”, explicó Okail. “¿Qué está considerado como una crítica? No lo sabemos y eso hace que todo sea demasiado confuso”.
Okail denunció que, a pesar de la concesión de licencias para crear nuevas publicaciones en Egipto, los defensores de la libertad de prensa se mantienen cautos porque las autoridades que supervisan la transición democrática en el país “todavía no toleran voces disidentes”.
“Nadie quiere olvidar cómo miles de personas nos inspiraron la idea de cambio y esperanza desde la plaza de Tahrir, pero queremos recordar también que también hubo intervenciones de fuerzas militares en los estudios de televisión mientras los periodistas intentaban contárselo al resto del mundo”, insistió Okail, que ha sido denunciada por el Gobierno egipcio junto con decenas de activistas y periodistas.
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