Kenia da pasos contra la ablación
Por JOSÉ MIGUEL CALATAYUD, Nairobi
Con el objetivo de que la ablación femenina (MGF) desaparezca de Kenia, el Parlamento aprobó el pasado 7 de septiembre una ley que por primera vez la prohíbe expresamente. La norma entrará en vigor en cuanto la firme el presidente, Mwai Kibaki, y a partir de entonces cualquier persona encontrada culpable de realizar la ablación en Kenia podrá ser condenada a un máximo de siete años de cárcel y a una multa de hasta 500.000 chelines (unos 3.650 euros). Si la chica muere como consecuencia de la intervención, entonces la pena ascenderá a cadena perpetua.
Más de 2,5 millones de niñas y mujeres en Kenia entre 15 y 49 años han sufrido la MGF. Esta práctica, que consiste en la extirpación de parte o de la totalidad del clítoris, se realiza sobre todo en las áreas rurales del país, donde vive la inmensa mayoría de la población. Entre las mujeres de la etnia somalí en Kenia, la práctica totalidad de las niñas sufren la ablación cuando tienen entre cinco y diez años de edad. Los Kisii, un pueblo del oeste de Kenia, también realizan la MGF a casi todas las niñas y, entre los Masai, más del 73 por cien de las mujeres han sufrido la ablación.
En Kenia, donde reinan la corrupción y la ineficiencia en el Estado, los ciudadanos desconfían del gobierno. En el Parlamento, las pocas leyes que no tienen problemas para ser aprobadas son las que gozan de tanta popularidad que ningún miembro osaría oponerse, como la que acaba de prohibir la ablación, o las que aumentan el sueldo u otorgan aun más ventajas a los propios diputados.
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