Colombia y EE UU: cinco años y medio para llegar a un acuerdo
Después de más de cinco años y medio de espera, el tratado de libre comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos fue finalmente aprobado este miércoles por el congreso estadounidense.
En la Cámara de Representantes el acuerdo fue ratificado con 262 votos a favor y 167 en contra. Mientras que el Senado dio su aprobación por 66 a 33.
Para entrar en vigencia, el tratado todavía tiene que ser rubricado por el presidente Barack Obama, algo que se da por descontado.
BBC Mundo le dice todo lo que tiene que saber sobre el TLC estadounidense-colombiano.
¿Por qué tardó tanto en ser aprobado?
El principal argumento de quienes se oponían a la aprobación del TLC con Colombia giraba en torno a la falta de garantías laborales en el país suramericano, con el problema de la violencia sindical recibiendo especial atención.
Este tipo de decisiones, sin embargo, en realidad suelen estar más vinculadas a la política local.
Y, en ese sentido, el acuerdo con Colombia parece haber sido sobre todo una víctima de la crisis económica que hizo que en 2006 la mayoría republicana no se atreviera a aprobar el acuerdo recién negociado por George W. Bush, para no ser acusada de haberle costado puestos de trabajo al país en vísperas de una contienda electoral.
Cinco años y medio después, los republicanos continúan siendo mayoría pero la Casa Blanca la ocupa Barack Obama.
Y el partido Republicano -que tradicionalmente ha sido el partido del libre comercio- parece haberse sentido más cómodo compartiendo la responsabilidad con un presidente demócrata.
¿Qué tan grave es en realidad el problema de la violencia sindical?
Según la organización de derechos humanos Human Rights Watch 'Colombia continúa enfrentando alarmantes niveles de violencia sindical', incluyendo el asesinato de 51 líderes sindicales en 2010 y 23 en lo que va del año.
La intimidación y las presiones en contra de organizaciones y activistas proderechos laborales también son moneda común.
Y según la Central Internacional Sindical, Colombia es el país más peligroso del mundo para pertenecer a un sindicato.
Las autoridades, sin embargo, insisten en que la situación ha mejorado sensiblemente si se la compara con las cifras de inicios de la década pasada, cuando los asesinatos de sindicalistas sumaban casi 200 por año.
Y para el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, ANDI, los sindicalistas no son víctimas de la violencia en mayor proporción que el resto de los colombianos.
'Hay que ponerlo (el problema) en el contexto de violencia que ha vivido esta sociedad... Es tres veces más probable que en Colombia haya un asesinato de una persona que no es sindicalista, que sobre una que lo sea', le dijo Luis Carlos Villegas a BBC Mundo.
'Tenemos programas de seguridad, programas de prevención que han hecho que hoy la tasa de homicidios de sindicalistas por cada 100.000 sindicalistas sea la tercera o la cuarta parte de la tasa general de homicidios por cada 100.000 habitantes', afirmó el presidente de Andi.
'Y no más de la cuarta parte (de los asesinatos de sindicalistas) tiene razones sindicales', dijo.
Human Rights Watch, sin embargo, afirma que en la mayoría de los casos, las autoridades no investigan adecuadamente las razones detrás de los asesinatos.
De hecho, según la organización, de enero de 2007 a la fecha se han producido 195 asesinatos de sindicalistas, y en casi el 90% de las oportunidades no hay sospechosos identificados.
Mientras, sólo en seis ocasiones se ha condenado a los culpables.
Por eso, para Human Rights Watch, el problema del fondo es la impunidad que rodea la mayoría de los casos.
'Pero bloquear el mecanismo comercial no parece ser el mejor mecanismo para solucionar el problema', le dijo Hernán Vallejo, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, a la BBC.
De hecho, para facilitar la aprobación del tratado la administración Obama también negoció con el gobierno de Colombia un Plan de Acción Laboral especial, que está supuesto a garantizar mayores derechos laborales para los colombianos.
Aunque no todos están convencidos de que eso vaya a cambiar algo.
¿Quiénes se beneficiarán más con el tratado?
Para el profesor Vallejo, los principales ganadores serán los consumidores de ambos países, pues les permitirá acceder a una mayor oferta de bienes y servicios, de mejor calidad.
'Y también habrá ganadores en EE.UU. , sobre todo entre los productores de bienes agrícolas que corrían el riesgo de verse desplazados por Canadá (que ya tiene un TLC con Colombia) o la Unión Europea (que también está negociando un acuerdo comercial)'.
Mientras, en Colombia, el tratado seguramente le dará un nuevo estímulo a todos los sectores exportadores, que se beneficiarán de bajos aranceles y de reglas claras.
'Y es que hacer negocios con preferencias temporales es muy complicado', le dijo Vallejo a BBC Mundo.
Para el catedrático, lo lógico también sería que el TLC beneficiara a los sectores productivos que el gobierno colombiano ha identificado como 'de clase mundial', entre los que se incluyen call centers, la industria de cosméticos, productos agrícolas como la palma africana y otros empleados para la producción de biodiesel, la industria gráfica, la industria textil y de la moda, la camaronicultura, la ganadería bovina, confitería y chocolatería.
Aunque Vallejo advierte que no hay que olvidar que las circunstancias cambian constantemente, por lo que no se puede predecir a ciencia cierta a los ganadores del tratado.
En esto coincide el presidente de ANDI, quien ofrece como ejemplo los temores de los productores colombianos de maíz cuando se iniciaron las negociaciones.
'Pero hoy, con el tema de la crisis alimentaria, de la crisis energética, es posible que nosotros nos volvamos abastecedores de maíz o sus derivados, en biocombustibles, al mercado de los EE.UU', le dijo Villegas a BBC Mundo.
¿Y qué sectores resultarán más perjudicados?
Para Villegas, es obvio que en Colombia son varios los sectores que necesitarán modernizarse para hacer frente a la competencia que generará el tratado.
Pero también destacó que esa competencia no será inmediata.
'El sector manufacturero va a enfrentar mucha competencia, pero se negociaron asimetrías muy grandes', le dijo Villegas a BBC Mundo.
'Es decir, esa competencia va a venir al sector manufacturero mucho más tarde que el acceso de nuestro sector manufacturero al mercado de los EE.UU.', explicó.
'Ahí hay tiempo para reconversión industrial, repotenciación de empresas, financiaciones de largo plazo, adquisición de tecnología, funciones, en fin todo eso que se hace cuando una economía se moderniza', aseguró el presidente de ANDI.
Vallejo, por su parte, identificó como vulnerables a los productores de cereales y al sector avícola.
Pero para el profesor de la Universidad de los Andes una mayor racionalización de la economía colombiana no es solo inevitable, sino también necesaria.
'Es parte del proceso de inserción de una economía en la economía mundial. Un país, como un hogar, no tiene por qué producirlo todo', concluyó.
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