Voces Móviles, una historia de celulares e inmigrantes

Primicias24.com (BBCMUNDO) - Han convertido el celular en un arma con la cual luchar en defensa de sus propios derechos.

Son los protagonistas del proyecto Voces Móviles: un colectivo de inmigrantes hispanos en la ciudad de Los Ángeles que ha creado un espacio de comunicación, mediante teléfonos personales e Internet, para denunciar historias de abuso.

La mayoría de ellos son jornaleros –empleados de la construcción, trabajadoras de casa, jardineros- y, en tiempos de economía en crisis, son parte de uno de los grupos más afectados por la reducida oferta de trabajo.

Muchos pasan el día en las calles a la espera de un empleador ocasional y, mientras tanto, coleccionan historias propias y ajenas que ahora pueden contar: lo hacen escribiendo bitácoras en el sitio Vozmob.net.

“Lo bueno de nuestro proyecto es que podemos hacer una historia de manera inmediata con tecnología que conocemos todos y usamos a diario, algo tan simple como el teléfono celular”, señala a BBC Mundo Manuel Mancía, uno de los coordinadores de este programa, que lleva adelante el Instituto de Educación Popular del Sur de California (Idepsca).

Por su uso novedoso de aplicaciones de celular, Voces Móviles recibió un premio de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en noviembre pasado.

Con los celulares a la mano, los jornaleros han aprendido a utilizar formatos multimedia para dar sus testimonios: sacan fotos, hacen entrevistas espontáneas –en un bus, en la calle, en una marcha por los derechos de los inmigrantes: allí dondequiera que vayan-, graban y editan video.

Nueva imagen
Por la página han pasado reportes de la lucha del movimiento laboral migrante en California, denuncias sobre empleadores que no pagan salarios mínimos, informes de golpizas y redadas, evidencias fotográficas de abusos de policías contra vendedores ambulantes.

Pero no sólo se trata de denunciar: los jornaleros y sus teléfonos también se han impuesto como misión usar los blogs para transmitir una imagen de sí mismos distinta “a la que predomina en Internet”, según dicen.

“Sirve para que nos conozcan como realmente somos, no como nos presentan los que no quieren a los inmigrantes. Hay muchos espacios de opinión donde nos describen como meros criminales, como perezosos, como gente que viene a quitarle trabajo a los estadounidenses”, opina Crispín Jiménez, uno de los participantes.

Al taller, donde aprenden conceptos de comunicación popular y jerga de telefonía por igual, acuden también estudiantes de la Escuela Annenberg de la Universidad del Sur de California (USC), que desde 2009 tiene un convenio con Idepsca.

En la reunión grupal, los martes por la noche, participan una docena de jornaleros-reporteros, que llegan munidos de sus teléfonos y de bolsas de comida para compartir.

Comienzan por debatir las noticias de la semana: las propias y las de los grandes medios. La clave, repiten, es “mostrar, anunciar y denunciar”.

La reunión parece, de a ratos, la de una redacción profesional: abordan dilemas editoriales, piensan formas de mantener vivas las historias y se preguntan cómo hacer para generar interés en el público.

“Tenemos que salir a la cacería de más noticias”, instiga Pedro Joel Espinosa, coordinador de la sesión.

Tienen sus propias políticas: el sitio Vozmob no acepta lenguaje racista, sexista o violento, por ejemplo. Y puertas adentro, nadie pregunta por los documentos: aquí, los “sin papeles” y los que tienen estatus legal de residentesestán en pie de igualdad.

“Somos todos latinos e inmigrantes y ninguno es escritor de oficio sino del corazón. No nos decimos corresponsales sino comunicadores populares: vivimos y contamos una realidad que conocemos desde adentro pero sobre la que antes no podíamos informar”, relata a BBC Mundo Madelou González, una trabajadora de casa que lleva 16 años en Estados Unidos yuna de las más activas blogueras.

Para ampliar la participación, Idepsca consiguió un acuerdo con una empresa de telefonía que donó algunos aparatos,mientras que toda la plataforma del sitio es de software libre.

“Para nuestra suerte, la tecnología dio un giro hace un par de años y nosotros la aprovechamos”, apunta Espinosa.

Comunitario
Sin embargo, para lograr alcance masivo Voces Móviles tiene de por sí una limitación: el bajo índice de conexión a Internet que tienen los latinos de Estados Unidos, en comparación con la población blanca no hispana.

Por eso, los jornaleros devenidos periodistas participan en otro proyecto paralelo, el de un periódico impreso de reparto gratuito.

“Es bueno poder acercarse a la gente y decirle ‘¿adivine quién escribió esto? Jornaleros, gente como usted’”, apunta Marcos Méndez, quien promueve la salida a la calle en busca de lectores. Su hija Diana es estudiante secundaria y también se sumó a la cruzada, dedicada a reportar la realidad latinaen la escuela.

“Hay muchas cosas que contar”, señala Marcos, y recuerda que denunció por vía celular un ataque a jornaleros que estaban esperando en la calle a ser contratados.

“Lo presencié y lo grabé. Cuando llegó la (patrulla de) migración, lo vimos y lo contamos. Yo soy jornalero de muchos años y con estas cosas hemos mejorado las condiciones de los compañeros, en un empleo que no tiene ni condiciones dignas”, opina.

Los blogueros también dan a sus teléfonos otras funciones prácticas, como la de difundir por mensaje de texto las ofertas de empleo o dar aviso de retenes y controles migratorios.

“La clave es la interacción”, apunta Ricardo Rodríguez, quien se emplea en jardinería.

Entusiastas, salen munidos de teléfonos con camarita, como armas poderosas. “Todos podemos ser voces móviles”, invitan.

Tags: celulares, Imigrantes, premios

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