La mujer que rechazó a Elvis Presley
Una cosa está clara: ella nunca quiso fama. La misteriosa rubia que aparece lengua con lengua con un jovencísimo Elvis Presley en una de sus más icónicas imágenes ha esperado 55 años para salir de su anonimato. Barbara Gray posó casualmente junto al cantante en junio de 1956, cuando él tenía 21, y justo antes de que saliera al escenario para actuar frente a 3000 personas en Virginia.
"Yo era muy delgada y muy tetona", recuerda Gray, hoy una gerente inmobiliaria jubilada, de 75 años, que decidió desenmascarar su identidad para Vanity Fair. The kiss, como se conoce a la imagen, es la más famosa de una serie con la que el fotógrafo Alfred Wertheimer inmortalizó a Elvis a comienzos de su juventud.
A pesar del erotismo de la foto, Gray asegura que no tenía intenciones de ir más allá de aquel beso con el cantante. "A lo mejor él sentía chispa, pero yo ni siquiera sabía quién era", cuenta. "Era un chico muy divertido. Estábamos corriendo y jugando el uno con el otro y simplemente comportándonos como los niños que éramos. Me persiguió por el pasillo y me pidió que le acompañara al programa de Steve Allen. Pero le dije que no, que me iba a Philadelphia a ver a mi novio. Ahí empezó su desafío".
Pero el rey del rock no aceptó esa negativa. Cegado como estaba con la belleza de esa desconocida, intentó persuadirla de la forma más insistente. "Me abrazaba y me acariciaba y al final permití que me besara", relata Gray. "No sé cómo, pero acabamos tumbados en la cama e intentó tocarme". Pero antes de que pasara nada, tocaron a la puerta para avisar que se iba el tren en el que ella iba a viajar.
"Me convertí en la mujer que le dijo que no a Elvis", recuerda. "Eso es lo que soy". Gray nunca volvió a ver al cantante, pero está segura de que recibió una tarjeta de Navidad suya años después. Cuando la foto empezó a ser comercializada, ella renunció a todos sus derechos. "No quería meterme en esto y convertirme en loca y frustrada... Aunque me hubiera gustado que apareciera mi nombre en la maldita fotografía".
Así que el año pasado, cuando Barbara Gray vio anunciada en el periódico una exposición de las fotos de Wertheimer en el Smithsonian con la imagen donde ella aparecía, encendió su ordenador, buscó la página del fotógrafo en Facebook y envió un mensaje: "Soy la chica de The kiss. Os tengo una buena historia... Por favor, contestad este e-mail".
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