Vencimiento de bonos por 90 millardos de dólares pone en aprietos al Gobierno de EEUU

Las guerras y los programas sociales ahorcan la economía estadounidense

El presidente Barack Obama forcejea con el Congreso para evitar la peor crisis fiscal en la historia del país

INGRID ORJUELA
iorjuela@el-nacional.com



Estoy dispuesto a asumir una queja de mi partido. Y espero que el otro lado esté dispuesto a lo mismo, dijo Obama el lunes para intentar desbloquear las conversaciones. El 2 de agosto se le termina el dinero al gobierno de Barack Obama.

Para evitar declararse incapaz de pagar la enorme deuda de 14,3 billones de dólares (94% del PIB), el Presidente de Estados Unidos mantiene una persistente lucha en el Congreso para lograr un aumento en el tope del endeudamiento.

Impuestos versus recorte del gasto, es allí donde se traba la discusión entre las fuerzas políticas. El mandatario es partidario de aumentar la carga tributaria para obtener más ingresos y los republicanos exigen la disminución de los gastos. Ambas opciones tienen un alto costo social, que se convierte en costo político a poco más de un año de las elecciones presidenciales.

Obama lo sabe, y los republicanos también. El bienestar del país depende de la lucha de intereses con miras a la Casa Blanca.

Para el 3 de agosto, el Gobierno necesita 23 millardos de dólares para pagos a la seguridad social, y al día siguiente vence el plazo de los bonos del Tesoro por 90 millardos de dólares. Son sólo 2 compromisos que deben ser honrados. Pero, al parecer, no hay nerviosismo por esta situación ni en los sectores financieros ni en los académicos, todos confían en que habrá arreglo. "Esos son los beneficios de ser la primera potencia del mundo", dice un analista venezolano.

"Inevitablemente se va a llegar a un acuerdo, la tensión de estos días es parte del juego político", señala Marcos Kerbel, economista y docente de la Universidad Internacional de Florida; y Abby Joseph Cohen, estratega de Goldman Sachs, cree que no hay riesgos, ni siquiera por la negociación. A su juicio, ambos partidos teatralizarán su posición, "será un drama del que se saldrá con éxito".

"Como en todo presupuesto, el Gobierno debe aumentar los ingresos y reducir los gastos.

Debe ser consciente de que las guerras están destruyendo el país, son muchas vidas perdidas a un altísimo costo ­social y económico­ y, peor aún, no sabemos en qué va a parar eso", indica Kerbel. Hasta ahora, la intervención bélica en Irak le ha costado a Estados Unidos 3 billones de dólares y la de Afganistán 1 billón.

Considera que cualquier pacto en el Congreso implicará severas medidas, pues Obama se verá obligado a reducir gastos.

Pero añade otros factores que agudizan el problema: desempleo (22 millones de habitantes no tienen trabajo formal) y los bancos en quiebra. "Este globo no se infló en un día", expresa. Otros analistas incluyen como tercer elemento la falta de competitividad frente a los mercados emergentes.

Pobres contra ricos. Los beneficios sociales a los más necesitados también pasan factura, más aún cuando el país no se ha recuperado de la crisis de 2008. El aumento en el costo del programa de salud pública para los pobres ­Medicaid­, para personas de avanzada edad ­Medicare­ y el sistema de pensiones mantienen en aceras opuestas a demócratas y republicanos: los primeros consideran que esa es una responsabilidad del Gobierno, además porque a largo plazo una población enferma es más costosa de mantener; pero los segundos creen que el ciudadano norteamericano debe ser autosostenible y capaz de vivir sin ayuda social.

"El gran dilema es que en el corto plazo la economía estadounidense necesita apoyo fiscal para continuar su delicada recuperación, pero en el mediano y largo plazos los compromisos en el sector público tienen que disminuir.

No hay muchas opciones que no incluyan un aumento en la edad de jubilación y una reducción de los beneficios de salud. Los problemas éticos detrás de estas medidas son enormes, pero cuando hay restricción presupuestaria no hay mucha vuelta que darle", apunta Ricardo Caballero, del MIT, Instituto Tecnológico de Massachussets.

Obama les dice a los republicanos que es hora de "sacrificar las vacas sagradas", refiriéndose a las compañías subsidiarias que pagan pocos impuestos, "pero sobre todo a las clases más pudientes, ese 5% de la población que recibe casi 22% del ingreso nacional, mientras al 20% más pobre le llega apenas 3,40%", indica Andrés Trujillo, analista de la firma Banctrust.

"El techo de la deuda será incrementado, la incógnita es cuáles serán las condiciones.

¿Están los intereses de una pequeña elite sobre las necesidades de una población que ha visto mermado su nivel de ingresos y lucha con condiciones laborales adversas? Será interesante ver cómo pactan ambos bandos sin afectar sus intereses", concluye Trujillo.

La economía estadounidense tiene varios retos por delante: saneamiento del sistema financiero, consolidación fiscal, recuperación del mercado hipotecario y control del déficit para equilibrar lo que el FMI denominó "una insostenible dinámica de endeudamiento".

El Nacional

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