Entrar a Twitter o Facebook produce la hormona del amor


La oxitocina podría explicar, en parte, por qué las redes sociales enganchan a los usuarios de cualquier edad. Foto: Alan Levine (vía Flickr).


Por Diana Luque Lavado
Tema: Internet, Otros


Todo el tiempo están surgiendo estudios respecto a nuestra relación con la tecnología e Internet, que indican que nos ayudan a superar adicciones –o a quedar atrapados en una de ellas–, pueden generar celos o ayudar a combatir el estrés postraumático, entre muchas otras cosas. Ahora encontramos que, según el doctor Paul J. Zak, de la Claremont Graduate University, usar Twitter o Facebook produce tanta cantidad de oxitocina, la hormona causante de establecer lazos afectivos con las personas, como besar o abrazar.

El doctor Zak, conocido como el Doctor Amor –Dr. Love– es reconocido por ser un neuroeconomista que busca la clave sobre cómo las relaciones interpersonales y todo lo que implican afectan las empresas y el desarrollo de negocios. La prueba fue realizada con la ayuda como voluntario de Adam Penenberg, colaborador en temas de tecnología de FastCompany.

La oxitocina es una hormona que se produce en el hipotálamo y que es responsable de la relación profunda de afecto que hay entre madre e hijo, así como también estimula la empatía, la generosidad, la confianza y la calma. Todo esto se ve reflejado en áreas laborales, por ejemplo en la forma en cómo se genera confianza entre jefes y compañeros.

El doctor Zack ha llamado a la hormona el ‘pegante social’. El interés de investigar sobre la oxitocina y las redes sociales es en cierta medida, la búsqueda de la respuesta a la pregunta sobre por qué deseamos tener la conectividad constante que brindan las redes sociales, hasta el punto de no poder desprendernos de ellas.

¿Vemos en las redes sociales, como Twitter o Facebook, la posibilidad de mantener el mismo compromiso que tenemos de manera física?

El resultado de las investigaciones hechas en Penenberg descubrió que su oxitocina se disparó en un 13% después de estar en contacto con sus amigos en Twitter y Facebook, y que las hormonas ligadas al estrés disminuyeron en casi un 11%.

“El cerebro interpreta el uso de Twitter como una interacción real con la gente en la que confía o tiene empatía. La conexión mediante redes sociales es procesada por el cerebro como una conexión en persona”, comenta el doctor Zak como conclusión del estudio.

Penenberg, en uno de sus aportes a Fast Company, contó en un extenso artículo los tres experimentos que hizo el Doctor Love con él y la importancia de sus descubrimientos en el mundo empresarial, sobre cómo las personas se vinculan a marcas y empresas por medio de la Red, aunque resaltó que entrar a Facebook u otra red social de manera intensiva no remplaza una dosis medicada de oxitocina en un paciente. Por ahora, Paul Zak, el Doctor Amor, sigue haciendo experimentos con la oxitocina, y habrá que esperar más resultados de ellos.

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