La 'dictadura' +1 de Google


Alejandro Laso - 04/06/2011


Si Vd. es lector asiduo de El Confidencial, se habrá percatado que desde hace unos días aparece un nuevo icono a la izquierda de estas líneas. Es una cajita blanca con un ‘+1’ en azul adornado en la parte superior con los cuatro colores de Google. Se trata de la nueva intentona de la compañía de Larry Page y Sergey Bin para conseguir consolidarse en el prestigioso club de las redes sociales dominado a nivel mundial por Facebook y Twitter.

Y es que Google tenía que reaccionar. Su buscador está perdiendo fuerza ante el auge de las redes sociales que están empezando a superarle en visitas y en tiempo que pasan los usuarios en ella. Por eso el nuevo botón de Google no es más que una imitación del exitoso ‘me gusta’ de Facebook, pero directamente aplicado al buscador.

Su funcionamiento es sencillo. Los usuarios con cuenta de Google podrán valorar positivamente un contenido o una página web. Posteriormente, cuando sus contactos realicen una búsqueda, verán ese ‘+1’ directamente asociado a los resultados. De esta forma, el gigante tecnológico busca "ayudarle a encontrar las recomendaciones de tus amigos".

La compañía de Larry Page y Sergey Bin lleva varios años intentando encontrar su hueco en las redes sociales, pero hasta el momento sólo ha contado sus proyectos por fracasos: Wave, una aplicación impresionante que llegó a un internet inmaduro, y Buzz, su amago de Twitter integrado con GMail que se quedaba a años luz en funcionalidad de la red de microblogging.

Tras los dos fracasos, finalmente el buscador apostó por pagar una cantidad a Twitter para integrar en los tuits en sus resultados, mientras que con Facebook dio en hueso, ya que Mark Zuckerberg se negó a incluir sus contenidos en Google por sus desavenencias con el buscador y por el peso de Microsoft en el accionariado de la red social.

A Google se le agota el tiempo y el botón ‘+1’ se antoja como unas de las últimas oportunidades para que Twitter y Facebook no le saquen una ventaja insalvable. Por eso, ha diseñado un producto con una doble estrategia. Por un lado, y el que más interesa al usuario, va a conseguir mejorar el algoritmo de su buscador añadiendo el factor humano. Hasta hoy, las estrategias de SEO estaban haciendo que muchas páginas se aprovechasen del posicionamiento para colarse en la primera página de resultados sin ofrecer un contenido interesante al usuario. Con ‘+1’, Google conseguirá que los millones de usuarios en el mundo le indiquen cuáles son las páginas que consultan, lo que ayudará a mejorar el motor de búsqueda gracias a este sistema colaborativo.

Pero, ¿cómo puede conseguirlo? He aquí donde entra en funcionamiento la pequeña dictadura del gigante tecnológico. Google ‘obligará’ a las empresas a que inserten sí o sí el botón en sus páginas, ya que su posicionamiento en el primer buscador del mundo dependerá en parte de los ‘+1’ que tengan. De esta forma, las millones de páginas web deberán pasar por ese aro si quieren que su relevancia en el primer clic, es decir Google, no se vea ‘castigada’.

Así las cosas, el gigante está intentando hacer su propia red social desde los cimientos, usando para ello lo que realmente ha dado la fama a la compañía de Larry Page y Sergei Bin: su buscador. Las empresas incorporarán sus botones en sus páginas y posteriormente esos botones se traducirán en los ‘fans’ de esas empresas. Cuando su ‘+1’ sea suficientemente popular en la red, los cerebros de Google conseguirán convertirlos en publicidad e ingresos.

¿Qué pasará con la competencia? ¿Se quedarán Yahoo y Bing de brazos cruzados o tendremos una feria de botones de colores adornando cada página web?

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