Blogueros y ciberdisidentes: Los rostros de la oposición de Siria
BBC Mundo
La ola de protesta contra el gobierno de Siria deja entrever una renovada oposición interna cuyas características comienzan a perfilarse pese a la existencia de informaciones contradictorias sobre lo que pasa en el país.
Los analistas en general hablan de la existencia de una amalgama de grupos opositores que incluye a tendencias muy diversas, como socialistas, activistas de derechos humanos, islamistas moderados y nacionalistas al igual que blogueros y los llamados ciberdisidentes.
Pero el discurso que ha venido usando Damasco se basa en que la oposición está compuesta por "bandas armadas" que han estado "aterrorizando" a la población.
Como le dijo a BBC Mundo el experto en asuntos árabes Ignacio Álvarez Osorio, las autoridades sirias niegan que exista en el país "una revuelta pacífica popular" sino más bien se trata "de la irrupción de grupos de corte yihadista, terrorista, muy próximos a al-Qaeda, incluso financiados por Arabia Saudita o elementos de la escena política libanesa".
El especialista asegura que algunos grupos armados "podrían aprovechar la situación y el descontento popular" pero "se trataría en todo caso de grupos minúsculos".
Siria: ¿la protesta podría convertirse en conflicto armado?
Ciberdisidencia
Lo que emerge de Siria, en medio de la ausencia de periodistas extranjeros que puedan verificar la situación, es todo un ejército de disidentes que se sirve de internet para convocar a los opositores o dar a conocer al mundo exterior lo que está sucediendo en el país.
Agrupados muchos de ellos en el sitio electrónico cyberdissidents.org, componen lo que definen como una organización "dedicada a defender la liberad al promover las voces disidentes. Nuestra plataforma destaca los textos y las actividades de blogueros disidentes con el propósito de reforzar su voz y defender la libertad de expresión".
No obstante, el grupo -formado en 2008- aclara: "Somos conscientes de que los activistas de la libertad no tiene el monopolio de la disidencia. Algunos disidentes se oponen a los regímenes, pero no comparten nuestra creencia en la libertad y la igualdad".
Y añade: "Algunos grupos utilizan la retórica de la democracia, mientras buscan sustituir una tiranía por otra. Estas voces no pertenecen a nuestra red".
Pero como mismo actúan los ciberdisidentes hay un "ejército electrónico sirio", como le dijo a al programa de radio The World, coproducido por la BBC, Ronald Diebert, de la Escuela Munk de Asuntos Globales en la Universidad de Toronto, Canadá, quien monitorea la situación siria.
De acuerdo con él, se trata de "gente que opera con un grado de anonimato" y ha actuado como hacker en "alrededor de 50 sitios electrónicos, con mensajes de apoyo gubernamental y el envío de spam".
Activismo de DD.HH.Activistas de los derechos humanos integran igualmente las filas de la disidencia que protesta contra el gobierno de Damasco.
Louay Safi, profesor de la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos y presidente del Consejo Sirio Americano, le explicó The World, que el activismo de derechos humanos comenzó a cobrar ímpetu en 2000 con la muerte del Hafez al-Assad, el padre del actual presidente, Bachar al-Assad, en lo que se conoce como "la Primavera de Damasco".
Seguidores del gobierno se refieren a los opositores como "bandas armadas".
En palabras de Safi, en el país surgió una oleada de esperanza cuando el actual mandatario asumió el puesto.
"La gente tenía mucha esperanza porque él utilizó un lenguaje muy democrático durante su discurso inaugural, y la gentecomenzó a participar en un debate más abierto y pedir cambios constitucionales", dijo Safi.
Pero "después de un añocomenzó la represión y activistas fueron encarcelados", añadió.
Entre los activistas de derechos humanos más prominentes figuran académicos y otros profesionales como abogados o economistas.
"Declaración de Damasco"
El movimiento disidente que está detrás de la actual ola de protestas se nutre igualmente, como señalan los expertos, de la plataforma de diversos grupos que firmaron la llamada "Declaración de Damasco", publicada en 2005.
Esa declaración llamaba a una "reforma pacífica y gradual" de lo que definía como "régimen autoritario y totalitario".
Varios de los firmantes de la declaración fueron a parar a la cárcel.
Enes Al Abda, secretario general del Consejo Nacional de la Declaración de Damasco, reflejó en sus palabras lo que parece la posición de una buena parte de la disidencia: "No tenemos más alternativa que el cambio. El régimen actual no puede ser reformado".
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