Android: ¿el Windows de la era móvil?

Por Narciso de la Hoz
Tema: Industria, Vida Móvil







Android ya es líder en el mundo. ¿Qué viene? Imagen: Android Central.

Con una participación de mercado próxima al 40% en todo el mundo al término del primer trimestre del año, según IDC, Android es hoy el sistema operativo móvil más vendido y de mayor crecimiento. Basado en Linux y licenciado de manera gratuita por Google, está siendo usado por fabricantes como Samsung, HTC, Motorola, LG, Sony-Ericsson e incluso Dell para posicionarse en el lucrativo negocio de los teléfonos inteligentes, y ya dejó completamente atrás a otros como Symbian, Blackberry OS y Windows Mobile en ese segmento.

Google, que adquirió Android en 2005 cuando era apenas un emprendimiento de Andy Rubin –quien aún sigue liderándolo–, ha invertido cientos de millones de dólares en su desarrollo porque es consciente de que con la explosión en la venta de teléfonos inteligentes en todo el mundo, las búsquedas se están desplazando hacia ese tipo de dispositivos.

Y aunque no existen cifras exactas sobre el retorno de dicha inversión, sí hay estimaciones de que la monetización de las búsquedas en los móviles, por medio de la publicidad contextual y de pago por clics, ya le estaría generando a Google unos 1.000 millones de dólares anualmente, un éxito que explica su decisión de no cobrarles nada a los más de 70 miembros de la Open Handset Alliance con los que busca desarrollar estándares abiertos para dispositivos móviles.

¿Es Android el Windows de hoy en el terreno de la movilidad y al igual que el sistema operativo de Microsoft, terminará convertido en la plataforma móvil dominante? Más aun, de consolidarse como líder indiscutible, ¿qué implicaciones tendría en los usuarios y los principales fabricantes de hardware?

Dos caras de la moneda.

Pero una consecuencia de la naturaleza abierta de Android, esto es, el que los fabricantes puedan acceder al código fuente y modificarlo para no terminar todos vendiendo el mismo software con diferencias apenas perceptibles en el hardware, es que su creciente popularidad ha generado una preocupante fragmentación de la plataforma, que se traduce en una multitud de versiones simultáneas (ver la tabla) que no son compatibles entre sí, lo que se convierte en un problema para los usuarios y desarrolladores de aplicaciones.

En efecto, si usted tiene un celular con la versión 2.1 de Android es probable que no pueda bajar la última versión de Angry Birds (o de muchas otras aplicaciones) desde el Android Market, la tienda de aplicaciones.

¿Resultado? Una inferior experiencia para el usuario, que tendrá que seguir buscando hasta encontrar la versión que sí le sirva a su teléfono.

Y si eso es un problema para el consumidor, también termina siéndolo para los desarrolladores, que no saben para cuál versión de Android lanzar sus aplicaciones, pues algunos fabricantes, seguramente con la esperanza de que el usuario adquiera un nuevo equipo dotado de mejor hardware y con la última versión, se niegan a actualizar el anterior o demoran la actualización del software más de la cuenta.

De hecho, al término del primer trimestre, en Estados Unidos ya se observó una ligera reducción en la participación de mercado de Android, del 52,4% a 49,5%, también según IDC. Esto se explica por la llegada del iPhone 4 a Verizon, el operador más grande de ese país, por el inminente lanzamiento de próximo modelo de Apple y por la confusión y la inconformidad que la fragmentación está generando entre los usuarios más entendidos.

“En mi opinión, este es el comienzo de la pérdida de participación de Android en Estados Unidos”, dice Charlie Wolff, analista de la firma Needham & Co. “La migración de suscriptores al iPhone en la red de Verizon podría acelerarse este invierno cuando esté disponible el iPhone 5 en las redes GSM y CDMA, especialmente si llega también a Sprint y a T-Mobile”.

Para enfrentar el fenómeno de la fragmentación Google ya ha anunciado, por ejemplo, que no liberará el código fuente de Honeycomb (la versión de Android usada en tablets) con el fin de evitar que algunos fabricantes lo usen en teléfonos móviles, para lo cual no está preparado, y que, por el contrario, redoblará los controles para garantizar que no haya un deterioro en la experiencia de los usuarios.

Según BusinessWeek, en adelante las compañías que quieran acceder a las últimas versiones del sistema operativo tendrán que recibir el visto bueno de Google y del propio Rubin en persona. Dentro de esa misma línea, tampoco sería extraño que Google adoptara medidas para evitar que a la tienda lleguen aplicaciones de poca calidad o que, en el peor de los casos, no son más que ‘software basura’ (crapware) o incluso malicioso (malware).

La noticia no ha caído nada bien entre los fabricantes de hardware y la BusinessWeek menciona que alguno de los miembros de la alianza (entre los que se cuenta Facebook, del que se sigue rumorando que sacaría al mercado su propio celular) se habría quejado formalmente ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Incapaces de desarrollar por su propia cuenta un nuevo ecosistema desde ceros, es poco probable que se atrevan a retirarse o a adoptar otra plataforma, pero algunos, como Motorola, no descartan la posibilidad de hacerlo a futuro.

“La mayoría de los consumidores no solo no lee blogs de tecnología, sino que tampoco sabe lo que es Android y toma las decisiones de compra a partir de lo que escucha sobre modelos individuales”, dice Marco Arment, un desarrollador de la popular aplicación Instapaper y quien hasta hace poco lideró Tumblr. “El problema con Android es que hay tantos modelos y se lanzan nuevas versiones de los mismos con tanta frecuencia, que es difícil posicionarse en la mente de los consumidores”.

¿Es la naturaleza un poco caótica de Android un problema o un hecho inevitable ante la necesidad de satisfacer requerimientos de hardware tan disímiles, tal como le sucede a Windows en la computación personal? ¿Acaso podría repetirse el fenómeno de la ‘comoditización’ de los PC en el terreno de los móviles?

De momento, la respuesta a la primera pregunta es que Google es consciente de la situación y que ya comenzó a tomar medidas que seguramente no dejarán contento a todo el mundo, algo que Microsoft está haciendo con Windows Phone 7 a pesar del anuncio de que Nokia podría introducirle cambios para diferenciarse de los otros fabricantes que ya lo usan, y lo hará a futuro si la respuesta del mercado es favorable.

En cuanto a la segunda, aunque formalmente no hay una ‘guerra’, lo cierto es que todos los fabricantes están muy lejos de los precios promedio que Apple negocia con los operadores celulares (más de 600 dólares) y por supuesto de sus niveles de rentabilidad, un renglón en donde la marca de la manzana parece indestronable, por ahora…

La fragmentación es un problema.



Versión Participación en el mercado

3.1 (tablets) 0,3%
3.0 (tablets) 0,3%
2.3.3 8,1%
2.3 1,1%
2.2 64,6%
2.1 21,2%
1.6 2,5%
1.5 1,9%

Fuente: SocialCompare.

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