Al Yazira: o cómo el ciudadano fue esencial para contar la revolución



Por: Ana Alfageme

Relevancia. Confianza. El poder del pueblo. Riyaad Minty repite continuamente estos términos. Es un sudafricano alto, delgado y de verbo demasiado rápido. A los 27 años, se considera un viejo de Internet. Dirige los medios sociales en la cadena de television catarí Al Yazira, un medio de referencia que nos ha acompañado los últimos meses por la cambiante morfología de las revoluciones en la región. Allá donde no había cámaras, ellos publicaban vídeos ciudadanos, entrevistaban por Skype a fuentes locales y colgaban los archivos sonoros en Audioboo. Con el gigante Al Yazira, cuya potencia informativa recordamos aquí, matamos en parte la ansiedad de no poder viajar a la plaza de la Liberación de El Cairo. En el ordenador entraban los tuits con fondo dorado que nos hacían saltar de la silla. Él los escribía desde Doha.


Ayer la historia regresó en pantalla gigante a Madrid. Riyaad habló en Red Innova. Pero su pequeña historia comenzó hace cinco años, cuando se creó un equipo experimental de Nuevos Medios en la cadena. Un término que, por cierto, ya han jubilado. Su parte, las redes sociales, el compromiso con la audiencia, la construcción de relaciones con los ciudadanos. Ha trabajado en la cobertura de las elecciones en EE UU (fueron candidatos a un Emmy), la crisis de Gaza (2008) y las elecciones en Irán (2009). Por tanto, esta vez, los acontecimientos no le han pillado de sorpresa. Puedes ver su intervención en inglés aquí:

Después compartimos un rato de conversación en el patio del Circo Price, entre atareados congresistas que se buscaban unos a otros. Lo que sigue es lo más... relevante.
El origen. "En el inicio de las revueltas no teníamos a nadie en Túnez, porque no estaba permitida nuestra presencia allí. Realmente sólo podíamos contar con los ciudadanos, que estaban subiendo vídeos y fotos en las redes. Nosotros amplificamos su voz. Fue crucial para nuestra cobertura. Y cara al futuro pretendemos reforzarlo. La gente tiene las herramientas para publicar y lo hace".

Lo contaron con nosotros. "No hay manera de calcular el material que nos llegó. Lo enviaban por todas las redes. Sólo en nuestra plataforma subían 1.200 vídeos al día en el momento de la revuelta en Egipto. Había cinco personas a tiempo completo verificando todas las informaciones".
Lo que he aprendido. "Que los medios de comunicación no debemos ser reactivos. Se trata de construir relaciones. Consiste en crear una relación temprana de fidelidad con los blogueros. Seguimos haciéndolo. Cuando pasa algo, tenemos gente en todo el mundo. Si les respetan, te respetan".

Lo peor. La verificación es lo más duro. Ha llegado mucho material falso, imágenes que presuntamente eran del pasado viernes en Siria pero realmente habían sido filmadas en Irak cuatro años antes. Ese el desafío. El contraste de las informaciones depende de cada sección informativa. En Última Hora cinco personas se encargan de ello.

En lo que creo. "He estado usando las redes sociales toda mi vida. Crecí con ello y antes de estar en Al Yazira, tenía una compañía de contenidos informativos móviles. Siempre he creido en la manera en que los medios digitales ayudan a la gente a contar sus propias historias y construir su narrativa. Es mi creencia personal. Siempre he pensado que todo el mundo tiene derecho a relatar lo que le está pasando. Ha habido muchas malas interpretaciones de lo que ocurre en el mundo y ahora los ciudadanos lo están contando con sus voces. Eso ayuda que no haya más lecturas erróneas de la realidad. Por eso sigo".

La verificación. "Lo mejor es conseguir un contacto personal, llegar a esa persona por correo electrónico y pedirle su teléfono. Cuando ya tienes el número con su código de área, sabes en qué zona está. También es interesante revisar la lista de sus tuits publicados. Si dice que vive en Nueva York, en algún momento habrá tomado una hamburguesa con queso. Es interesante examinar los enlaces que cuelga, la gente a la que sigue y que le sigue. Luego hay que comparar su versión con otras, incluidas la de los corresponsales en la zona. También les pedimos que se fotografíen con el periódico del día y así sabemos que están en el sitio en el que dicen que están. Es un gran desafío, pero si sigues estos pasos, puedes estar seguro que tienes un 70% o un 80% de posibilidades de éxito en la verificación".

Una advertencia: puedes acabar siendo irrelevante. "No consideres las redes sociales algo extraño. Ni una amenaza. Forma parte de tu trabajo. Estos medios son también medios de comunicación, tienen que integrarse en el trabajo de cada periodista y de cada cabecera. Si no lo tomas en cuenta no puedes considerarte periodista ni miembro de una organización informativa. Puedes acabar siendo irrelevante. El mayor desafío para los medios y los reporteros es la relevancia. Si no abrazas las redes sociales, a las nuevas generaciones que los usan les va a dar igual de qué medio seas o quién seas, no van a tenerte en cuenta. Solo desean información creible. Así que comprometete con ello, abrázalo, y ofrece respeto a los ciudadanos".

Y el final. "El mundo ha cambiado, la manera en la que la gente produce y consume información se ha transformado. Debemos aceptarlo, meternos en ello. Los ciudadanos generan noticias de manera habitual. No sé dónde nos llevará esto pero hay que estar ahí".

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