Siria: censura, rumores y Facebook




Arturo Wallace
BBC Mundo




Naciones Unidas está pidiendo una investigación independiente sobre la situación en Siria, donde se estima que al menos 400 personas han muerto durante seis semanas de protestas.

Y es que, por el momento, es difícil establecer con seguridad qué está ocurriendo en ciudades como Deraa, desde donde han llegado videos aficionados que muestran tanques en las calles y soldados que disparan contra los manifestantes.

"El gobierno no permite periodistas en Deraa, Duma o Banias. La información que se tiene es gracias a reportes de testigos", le explicó a BBC Mundo Mustafá Hamo, del servicio árabe de la BBC.
Estos reportes por lo general contradicen la versión oficial de los acontecimientos, que responsabiliza a grupos extremistas por la violencia.
Pero la mayor parte del tiempo ninguna de las versiones puede ser verificada de forma independiente.
Esto dificulta aún más la tarea de explicar -o comprender- a un país que siempre ha supuesto un reto para la prensa.

Seis semanas de protestas han dejado más de 400 muertos.

"Por lo general, entre la represión de un estado policial y la deformación de la realidad en la que a menudo incurren los medios por causa de sus intereses políticos o empresariales, la realidad de Siria no aparece por ninguna parte", afirmó el colaborador de BBC Mundo en Damasco, Luis Crespo.

"Y en este tipo de situación, las dos cosas se exacerban".
"No es que no ocurra nada. Aquí hay gente muriendo. Pero saber cuántos son, quiénes eran, cómo murieron, cómo estaban organizados, qué buscaban… simplemente no se puede verificar", explicó.

Restricciones tras restricciones

Ser periodista en Siria nunca ha sido tarea fácil: Reporteros Sin Fronteras ubica al país al fondo de su Índice de Libertad de Prensa, en la posición 173 de un total de 178 naciones.


"No es que no ocurra nada. Aquí hay gente muriendo. Pero saber cuántos son, quiénes eran, cómo murieron, cómo estaban organizados, qué buscaban… simplemente no se puede verificar"

Luis Crespo, colaborador de BBC Mundo en Siria

"Siempre ha habido una vigilancia muy estrecha de los organismos de seguridad, que siguen muy de cerca lo qué se hace, por qué se hace", explicó Crespo.
Según el colaborador de BBC Mundo, incluso en circunstancias "normales" los periodistas nacionales no pueden decir lo que piensan, ni informar sobre lo que el gobierno no quiere que se informe.

Y algo parecido ocurre con los corresponsales de medios internacionales, que en caso de no cumplir con las condiciones acordadas con las autoridades sirias se arriesgan a ser expulsados.

El servicio árabe de la BBC, por ejemplo, tiene un corresponsal en Siria. "Pero trabaja bajo estrictas restricciones, sólo puede informar sobre lo que dice el gobierno", explicó Hamo.

Y las autoridades no han permitido el ingreso al país de nuevos periodistas extranjeros, lo que ha hecho que cada vez más medios de comunicación se basen en reportes transmitidos vía telefónica o a través de las redes sociales.

Por teléfono e Internet

En ciudades como Daraa, sin embargo, la conexión sólo ha podido mantenerse en parte gracias al uso de las redes de la vecina Jordania, pues los servicios telefónicos y de internet locales fueron cortados por las autoridades.

Las imagenes de las protestas han sido capturadas y transmitidas vía teléfono celular.
"El problema que tienen ahora es que se les están acabando las baterías de los celulares, aunque ahora han aparecido páginas en Facebook explicando como cargarlas utilizando las baterías de sus autos", contó Hamo.

Y según Ramin Nakhle, un activista sirio en el exilio, en Deraa también se han distribuido teléfonos satelitales y módems para mantener la comunicación.
"Cada día nuestra red se vuelve más grande", dijo Nakhle, un joven de 28 años que hace tres meses tuvo que escapar hacia Beirut.




"A veces uno puede encontrar a 20 personas en línea, a veces 50. Y cuando pasa algo grande, como el viernes pasado, uno puede encontrar a 50 de todas partes de Siria, cada uno llamando a amigos en el terreno e informándonos sobre la situación", explicó en una entrevista con el programa The World, que es coproducido por la BBC, Public Radio International y la radio WGBH de Boston.

¿Al servicio de quién?

La ruptura del cerco informativo impuesto por el gobierno sirio puede ayudar a evitar un mayor uso de la violencia en contra de los manifestantes.

Pero la influencia que un puñado de ciberactivistas pueden tener sobre la forma en la que se está cubriendo los sucesos en Siria también merece ser motivo de preocupación.
"Nosotros leemos diferentes páginas, cruzamos y comparamos las fuentes, vemos si las versiones que están circulando son similares"

Mustafá Hamo, Servicio Árabe de la BBC

De hecho, buena parte de los testimonios recogidos por los medios internacionales parecen haber sido facilitados por la red a la que pertenece Nakhle.

Y a Luis Crespo le preocupa no poder verificar las versiones que circulan por las redes sociales en el terreno.

"Las redes sociales fácilmente se pueden convertir en instrumentos de manipulación de los bandos en conflicto", dijo.

Y para el colaborador de BBC Mundo en Damasco, es ahí donde los periodistas se vuelven más necesarios.

"El periodista debería contrastar, comprobar, refutar… por que la probabilidad de que te mientan desde ambos lados es muy grande", explicó.
Hamo, sin embargo, está satisfecho con la veracidad de los testimonios recogidos por el servicio árabe de la BBC.

"Nosotros leemos diferentes páginas, cruzamos y comparamos las fuentes, vemos si las versiones que están circulando son similares" explicó.
La tecnología también permite comprobar la fecha y el lugar en el que se originaron ciertos videos.

Y la experiencia y el conocimiento de algunos de los periodistas que reciben el material puede terminar de hacer la diferencia.

"Por ejemplo, yo soy de Siria, y por eso puedo reconocer algunas de las ciudades y calles que aparecen en los videos", reconoció Hamo.


Un reto

Por lo pronto, sin embargo, todavía resulta difícil hacerse una idea precisa de la verdadera fuerza de las protestas, sobre la posibilidad de que estas se traduzcan en verdaderos cambios, y sobre su probable dirección.

La oposición ha empleado las redes sociales para informar sobre la represión gubernamental.

"Todo el mundo sabe que hay montones de problemas, disparos y muertes. Pero me ha asombrado las grandes diferencias entre, por ejemplo, el servicio árabe de la BBC, Al Jaazera, Al Arabiya, la televisión oficial siria, las radios", le dijo este lunes al programa Today de la BBC, el reverendo anglicano de origen sirio Nadim Nasser.

"Uno no puede estar seguro de nada de lo que lee o ve. Uno ve algo en la BBC, Al Jaazera o Al Arabiya, y luego habla con sus amigos y familiares y escucha una historia diferente", afirmó.

Una posible explicación, sugerida por Crespo, es que los medios internacionales a menudo dan una imagen de Siria "que es la que ellos tienen en la cabeza, y no la realidad objetiva".

Otras diferencias también pueden explicarse por la localización de las protestas. O por los diferentes intereses de aquellos que, de una forma u otra, controlan el acceso a la información.

En cualquier caso, para Crespo, la situación presupone un reto. Pero no deja de ser también motivo de frustración.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando Cantinflas vino a Maracaibo

Última columna de Mario Vargas Llosa, Piedra de Toque

María Corina Machado: “Edmundo González y yo estamos dispuestos a hacer una transición pacífica” En entrevista con EL PAÍS, la opositora se muestra convencida de que, en caso de ocurrir, el chavismo aceptará una derrota