ProPublica: el presente y el futuro del periodismo de investigación



Arturo Wallace
BBC Mundo


ProPublica y el premio Pulitzer ya son dos viejos conocidos.


Cuando esta organización sin fines de lucro que se dedica a la práctica del periodismo de investigación inició operaciones, en enero de 2008, su equipo de trabajo incluía a cuatro ganadores del prestigioso galardón.

Y con el Pulitzer otorgado el lunes a Jesse Eisinger y Jake Bernstein por la serie "La máquina del dinero de Wall Street", el número de ganadores que actualmente trabajan para ProPublica aumentó a diez.

"Es prácticamente un tercio de nuestra sala de redacción", le dijo a BBC Mundo su director de Comunicaciones, Mike Webb.

Pero además, el de este año no es el primer Pulitzer otorgado a la joven organización.
En 2010 ProPublica hizo historia al convertirse en el primer medio digital en recibir el reconocimiento, gracias al reportaje de otra de sus periodistas -Sheri Fink- que fue publicado en su página web y en The New York Times.

Y el Pulitzer de este año, obtenido en la categoría de periodismo nacional, fue el primero de la historia otorgado a un trabajo periodístico concebido exclusivamente para la red.

Innovación, colaboración


El jurado que decidió premiar a Eisinger y Bernstein, felicitó a ambos periodistas por "el uso de herramientas digitales para ayudar a explicar un tema complejo a los lectores no expertos".

Jesse Eisinger y Jake Bernstein obtuvieron el premio por sus trabajos sobre las prácticas cuestionables de Wall Street.
Pero la naturaleza innovadora de ProPublica va mucho más allá.
La organización tiene como misión mantener vivo el periodismo de investigación, en una época en la que muchos medios ven su práctica como "un lujo" que ya no se pueden permitir.


Y, por eso, más que un medio de comunicación, ProPublica opera como una sala de redacción independiente que comparte la mayoría de su trabajo de forma gratuita con otros medios ya establecidos.
"Desde que comenzamos a publicar historias, a mediados de 2008, nos hemos asociado con 77 medios informativos diferentes", le dijo a BBC Mundo Mike Webb.


La lista incluye, entre otros, a gigantes como CNN, ABC, Los Angeles Times, The New York Times, Washington Post, Newsweek y The Huffington Post.
Y parte de los trabajos premiados de Eisinger y Bernstein -una serie de reportajes sobre las cuestionables prácticas de Wall Street- se hicieron en asociación con los programas radiales This American Life, de Chicago Public Media, y Planet Money, de la radio pública estadounidense NPR.

"El periodismo de investigación está en riesgo. Para muchos medios se trata de un lujo que no se pueden permitir... Por ello, este es un momento en el que se necesitan nuevos modelos para poder seguir poniendo el periodismo al servicio del interés público, que es un importante baluarte de la democracia."

Propublica



"Además nosotros publicamos bajo una licencia Creative Commons. Eso significa que cualquiera puede reproducir nuestro material", explicó Webb.
Se trata de un modelo novedoso, posible gracias a las millonarias donaciones privadas hechas por individuos y organizaciones que consideran que el periodismo de investigación de servicio público es fundamental para la democracia.
La iniciativa nació gracias al apoyo de la Fundación Sandler, que se comprometió a financiarla con US$10 millones anuales.

Y la actual lista de donantes incluye a otras 15 instituciones, entre las que se cuentan la Fundación Ford, la Fundación Bill y Melinda Gates y las Fundaciones Open Society.
Esto le ha permito a ProPublica convertirse en "la que probablemente es la operación de periodismo de investigación más grande, mejor dirigida y mejor financiada del país", se afirma en su sitio web.

¿Y en América Latina?

El modelo ha sido adoptado y adaptado por otros, tanto como fuera y dentro de Estados Unidos.
"Una de las cosas que ha cambiado (desde la fundación de ProPublica a la fecha) es que hay más organizaciones sin fines de lucro que se dedican al periodismo de investigación", afirma Webb.

En todo el mundo, los recortes en los medios por lo general afectan primero al periodismo de investigación.
Y en América Latina existen iniciativas como el proyecto "Conexiones", de la Universidad Centroamericana de Managua, Nicaragua, que opera desde el año pasado gracias al financiamiento de varias agencias de cooperación internacional.
Los trabajos elaborados por el equipo de Conexiones también son compartidos gratuitamente con los medios locales, además de ser publicados publicados en Internet.
Y ProPublica también tiene, en Chile, un "pariente" mucho más conocido que, de hecho, es incluso mayor: el Centro de Investigación e Información Periodística, CIPER.
El CIPER se define como "una institución independiente y sin fines de lucro que desarrolla reportajes de investigación de acuerdo a principios de máxima calidad e integridad profesional".

Fundado en mayo de 2007, se financia con donaciones del sector privado y aportes de la cooperación internacional, pero también mediante la oferta de servicios y la venta de trabajos a otros medios de comunicación.
Y en 2008, uno de los trabajos del CIPER –"Viaje al fondo de la biblioteca de Pinochet"-recibió el premio Nuevo Periodismo, que entrega todos los años la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, FNPI, del escritor colombiano Gabriel García Márquez.
"Empezamos a pensar en un sueño, una utopía, que era hacer periodismo de investigación. Entretenido, pero periodismo de investigación"
Mónica González, Directora CIPER
La directora de CIPER, Mónica Sánchez, le dijo a BBC Mundo que el proyecto había nacido "de la necesidad de sobrevivencia", luego del cierre de Diario Siete, que ella dirigió hasta junio de 2006.

"Queríamos preservar al equipo, que era lo mejor de Diario siete. Y empezamos a pensar en un sueño, una utopía, que era hacer periodismo de investigación. Entretenido, pero periodismo de investigación", relató.
En algunos casos, las investigaciones del CIPER -que se publican de forma digital- han resultado en sanciones y procesos legales contra funcionarios público y empresarios privados involucrados en actos de corrupción.
Pero Sánchez cree que el trabajo del CIPER también ha servido para "instigar" al resto de la prensa chilena.

"Les ponemos una vara más alta, los obligamos a ver temas a los que de otra forma no le pondrían atención, los obligamos a hacer las cosas mejor", le dijo a BBC Mundo.
Por eso, aunque hay importantes diferencias con ProPublica -empezando por la notable diferencia de recursos- las iniciativas tienen varias cosas en común.
Incluyendo el convencimiento de que el periodismo de investigación independiente es vital para la democracia de cualquier país.

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